jueves, 20 de julio de 2023

Consejos para el adiestramiento del caballo.


Amig@s del caballo! el primer consejo que les quiero darles, es para mí el más importante: debemos de conocer bien a nuestros caballos, debemos saber si están cómodos, sanos y con buena moral, también debemos de conocer su capacidad física, hacerlo trabajar fuerte cuando está cansado solo lo desmotivara y lo hará reacio a esforzarse más en un futuro.

Cada caballo es diferente, unos son verdaderos atletas y otros necesitan más paciencia para obtener de ellos el máximo rendimiento.
Por este motivo cada caballo necesitara una forma diferente de calentamiento y una forma diferente de aplicarle las ayudas, también necesitaran diferentes intensidades de esfuerzo a la hora de trabajar.
Cuando viajo a España a menudo me llaman de ganaderías en donde crían caballos ibéricos, allí aconsejo sobre el entrenamiento de los caballos y casí siempre me preguntan los dueños la misma pregunta: “¿Cuál es el problema de nuestro caballo, por qué no conseguimos que mejoren sus capacidades deportivas?”  Por desgracia les suelo contestar de la misma manera a todos: “el problema no lo tiene su caballo, el problema lo tiene su jinete que no hizo un buen trabajo de base y ahora repercute en su rendimiento.”
Muchos jinetes se saltan partes de la escala de entrenamiento, otros jinetes quieren avanzar y enseñarles cosas difíciles a sus caballos sin que estos estén lo suficientemente musculados y equilibrados, otros sobre esfuerzan al caballo buscando movimientos más espectaculares y lo que consiguen es lesionarlos. También hay jinetes que creen que por bajar la cabeza del caballo ya lo tienen en las ayudas, usan mucha mano y lo que consiguen es dañar al caballo negándole la impulsión.
En resumen, me he dado cuenta de que muchos criadores en su ignorancia de lo que es saber cómo trabaja un caballo de forma correcta, dejan sus caballos en manos de personas con una formación insuficiente. Este es un grave problema, una mala conducción de un caballo desde el comienzo de su adiestramiento termina por arruinar su vida deportiva, cuantas veces he visto buenos caballos ibéricos que han terminado su vida como caballos de paseo porque sus jinetes los apuraron y enseñaron trucos de feria que terminaron con las capacidades físicas y psíquicas del animal.
Con un buen trabajo de base, siguiendo la escala de formación FEI, el caballo mejorara sin sufrir tensiones y se podrá ir aumentando la dificultad de los ejercicios sin problemas más adelante.
Con los caballos brillantes, tendremos paciencia, trabajaremos sin prisa, con los caballos menos talentosos aun tendremos más paciencia y esperaremos resultados con más tiempo.
El primer problema que suelo encontrarme con los caballos mal entrenados es un mal contacto y mala conexión.
Si un caballo se esconde de la mano, lo empujaremos hacia delante y lo dejaremos con una mano suave que recobre la confianza, muchas transiciones con poca mano y mucha pierna nos ayudaran.
Si un caballo nos baja mucho la cabeza y se esconde, lo activaremos y no utilizaremos apenas la rienda exterior.
Si un caballo cabecea, nos indica tensión muscular excesiva, puede estar cansado e incluso sentir algún dolor.
Con la mano baja, dejando que el cuello se estire hacia delante y abajo junto a una pierna interior activa conseguiremos que se relaje y emplee bien el dorso.
Si un caballo es muy caliente y quiere correr, nosotros con el asiento marcaremos el ritmo adecuado, lento y con cadencia, una vez conseguido nos ponemos al paso y repetiremos buscando lo mismo, si sigue queriendo correr, lo montaremos en un círculo de 10 metros y con el asiento y la pierna para retener lo llevaremos más lento y ordenado.
Después de cada esfuerzo haremos una pausa al paso, haremos esfuerzos con el caballo en repeticiones breves y efectivas seguidas de pausas. No hay que prolongar demasiado los ejercicios y no hay que trabajar en el mismo ritmo todo el tiempo, eso aburre al caballo, hay que trabajar mucho en las transiciones y montaremos tanto en ritmos lentos como en más crecientes, en aires de trabajo, medios y largos.
Si tenemos un caballo con poca impulsión dejaremos las manos quietas y buscaremos más energía sin acortar el cuello, siempre es mejor un cuello estirado hacia el filete, un perfil largo que busque el contacto con la nariz a la altura del pecho.
El 90% del éxito montando a caballo es nuestro asiento, el 10% sería la eficacia de nuestras ayudas, la experiencia y una buena técnica. Trabajemos el asiento correcto, hay que darle mucha importancia, pidan ayuda a un amigo, que este los corrija o les sujete el caballo a la cuerda y los ayude a montar sin estribos ni riendas.

lunes, 5 de junio de 2023

¿Problemas de contacto ?


Amig@s del caballo! Alguna vez me encuentro con personas que no sacan el resultado que esperan de su caballo, muchas veces los problemas vienen producidos por una mala puesta en mano, el caballo tiene la boca sensible y el jinete abusa de la mano, por lo cual el entendimiento es difícil.
Aquí les comparto unos consejos :
En el balance de toda equitación debe haber siempre más pierna que mano.
· La boca de nuestro caballo no está en la mano, sino en la pierna.
· Como consecuencia, toda acción de mano va siempre precedida por una acción de pierna. Para la puesta en mano, primero ponerlo a la pierna.

Equitación técnica:
· Trabajamos siempre con una combinación de ayudas y en un marco de impulsión.
· Creamos impulsión con la pierna y la recogemos, ordenamos y encauzamos con la mano.
· Impulsión y galope de calidad son las armas que necesitamos. Mantener el caballo en la mano en todo el recorrido significa ligereza, que nos libra de la mano dura y nos permite control sin violencia.

miércoles, 3 de mayo de 2023

El asiento como una ayuda más.



Hoy quiero hablarles del asiento, esta vez un poco enfocado en su uso adecuado para el salto. 
Un buen asiento es la base fundamental para que el jinete pueda con total independencia utilizar  las otras ayudas naturales (manos y piernas) y naturalmente  su  propio  peso  además  de  las  artificiales  y  secundarias  como la voz, las caricias, fusta, espuelas, muserolas, etc. Un buen  asiento depende de la posición del jinete en la montura, de  la oblicuidad de sus muslos,  de la dirección  hacia adelante de ellos, de la  tendencia constante a bajar la rodilla, de mantenerla en contacto con la montura, de la firmeza  de  la  pantorrilla  caída  naturalmente  y ceñida  al costado  del  caballo siempre con  ligereza, dependiendo de la sensibilidad de este y del sentimiento del jinete  la presión más o menos  fuerte de  sus  muslos  y pantorrillas, que harán más o menos sólido el asiento del jinete. El llegar a adquirir un buen asiento requiere sacrificio  y  fuerza  de  voluntad,  horas  de  trabajo  en  postura  no  cómoda  todavía,  hasta  que, al dominar esta técnica, el estar sentado es cómodo  y placentero, es descanso  por haberse habituado a él, es postura tan cómoda  como  si estuviera sentado en una silla en su casa viendo  cualquier programa  de  televisión  o  leyendo un atractivo libro. Esta posición de sentado con naturalidad y comodidad  hará realidad  el efectuar cualquier ejercicio con facilidad, secundar los  cambios de equilibrio sin  bruscas  oposiciones,  sin  provocar  molestias,  con suavidad  y hasta  con  perfección, que será  la meta deseada. Hemos  apuntado  que es fundamental la posición del muslo, rodilla y pantorrillas y estos son tres puntos de  apoyo, que forman el triángulo de sustentación del peso del cuerpo, que ya lo habíamos apuntado cuando  hablemos  del principio fundamental  de  la  equitación,  «fijeza  y  buena  colocación del peso». Este triángulo sustentador descansará sobre  los  estribos,  pero  se  insiste en  decir  que «descansa»,  no  es  punto de  sustentación,  pues  el sustentarse sobre los estribos nos llevaría a un equilibrio totalmente inestable. Sobre un solo punto no hay más  equilibrio que el circense, como  el movimiento de una peonza que al disminuir la velocidad  de giro tiende a caerse, hasta llegar  a ello una vez que la velocidad de la peonza llega a ser nula. Hemos  calificado  al  asiento  como  responsable  del  peso  del  cuerpo  del jinete y por lo  tanto como  una ayuda natural, esta refuerza a las  otras y su papel es bastante importante, aunque poco reconocido. Veamos  un  jinete  que  lleva  el  cuerpo  detrás  de  la  vertical,  fijo  en  la  montura. Con su peso contribuirá e inducirá a que el caballo vaya hacia delante. Si el cuerpo se lleva hacia atrás, con las piernas empujando  mediante fuertes presiones y cediendo  las riendas, puede llegar a solucionar el caso de no querer acercarse a un objeto u obstáculo que le haya  producido miedo. El  cuerpo llevado  en la dirección  del  movimiento  de costado refuerza la acción de la pierna exterior, porque el caballo se esfuerza siempre en avanzar hacia el centro de gravedad del jinete. Del mismo  modo  que un hombre que lleva a otro  sobre su  espalda  se  irá hacia  la izquierda  y no hacia la derecha si el que hace el fardo se inclina del lado izquierdo. 
Para la doma clásica es importante  estas ayudas del peso, que se reparten  según los movimientos.  Al volver a derecha o izquierda, comprueba que el peso  del  cuello  y cabeza del  caballo recae  sobre  una y otra espalda desigualmente, circunstancia a tener en cuenta para el igual desarrollo del caballo. Un caballo montado, sostiene su masa y el peso del jinete entre 50  Y  80 kg aproximadamente  si  pesamos  a una amazona  y a un jinete medio.  Esa presión  del peso  de  los  cuerpos  de  ambos  puede contribuir poderosamente a modificar el equilibrio del conjunto a pesar de las ayudas. En el paso, parada, vueltas, giros, apoyos, el jinete bien colocado sobre sus muslos, rodillas y pantorrillas, actuando correctamente con sus manos en el sentido del movimiento puede facilitar y reforzar la obediencia del caballo, acción muy interesante en el principio de la doma de un potro. Estos  desplazamientos del peso del jinete deben ser discretos cada vez más invisibles, a medida  que avanzamos  en la doma, hasta llegar a ser totalmente  invisibles en la equitación superior y en la doma clásica de competición,  llegando con el asiento solamente a pesar sobre un lado más que sobre el otro. En  la  quitación  del  salto,  el  asiento  debe  ser  muy  fijo  e  ir  siempre  dispuesto a empujar  hacia adelante, «tomando  el asiento» y no adelantándolo,  lo que ocasionará una pérdida de acción y hasta la parada. Para atacar un obstáculo se debe tomar el asiento, si no hay seguridad  de que el caballo está franco a él, si por el contrario el caballo es franco podemos elevarlo ligeramente para no recargar demasiado  el tercio posterior aumentando la velocidad,  el ejemplo lo tenemos en las carreras de caballos,  donde  el asiento por la velocidad  siempre va elevado y sin  contacto con la montura.

lunes, 3 de abril de 2023

La kür, una prueba con música.

 


La Kür es una prueba de adiestramiento (dressage) muy valorada por el público que acude a los concursos, es una prueba realizada a caballo, de carácter libre y se ejecuta con música de fondo, esta prueba de gran valor artístico y estético hace las delicias del espectador y saca del jinete su lado más creativo.
Cuando se prepara una kür la música se adapta al caballo, sin embargo observamos en muchas Kür el intento de encajar los movimientos del caballo al ritmo de la música. En muchas Kür no coincide el ritmo de la música con el ritmo del aire del caballo. Así nunca se puede transmitir armonía ni se puede conseguir una puntuación alta. 
¿Cómo se prepara una Kür? en la práctica, se diseña la Kür para el caballo con los ejercicios que se requieren en los diferentes aires, reforzando los puntos fuertes del caballo, después se adapta la música a estos. En mi opinión la música existe para realzar la monta del binomio en concreto. Se buscan los puntos fuertes del caballo y buscas una música que te inspire y recuerde lo que mejor hace tu caballo.
Yo personalmente para crear mi Kür, busco melodías que me recuerden momentos que he vivido montando al caballo con el que voy a concursar y procuro que se adapte el ritmo a la calidad de cada ejercicio, a veces utilizo pequeños fragmentos de varias canciones que se adapten a la calidad de los ejercicios que voy a presentar, así nunca la música desentona con los aires ni la calidad de la ejecución de los ejercicios porque busco las melodías adecuadas para cada caballo.
Otra opción es pedirle a un profesional que te componga la música viendo al caballo trabajar, esta opción es más cara pero es la más escogida en la actualidad.