Jinete y profesor de Equitación.
¡AMIGOS DEL CABALLO! BIENVENIDOS A MI BLOG PERSONAL, AQUI COMPARTIRE CON USTEDES ARTICULOS RELACIONADOS CON LA EQUITACIÓN, TAMBIEN LES HABLARE DE MI TRABAJO DIARIO CON MIS CABALLOS Y MIS ALUMNOS. COMPETIMOS EN SALTO Y ADIESTRAMIENTO.
viernes, 1 de marzo de 2024
Consejos básicos para un concurso.
jueves, 1 de febrero de 2024
Las piernas, la ayuda principal de la equitación.
Amig@s del caballo! Las piernas del jinete tienen como función la producción, mantenimiento y sostenimiento de la impulsión, como acción principal y como accesoria, mediante el acuerdo de todas las ayudas, dirigen el caballo, según el deseo del jinete, hacia donde haya decidido ir. Para ejecutar órdenes, estas deben ser exactas y concretas, no confusas, que el caballo pueda entender lo que se le pide; las piernas deben ir en contacto con el caballo a través de la montura y este contacto debe ser muelle, debiendo huir de movimientos o acciones involuntarias, que solo sirven para confundir y que si la acción ha sido sin fijeza y bailante llevará al caballo al desorden. Las piernas: actúan, resisten y ceden. Actúan cuando se aumenta su presión para iniciar un ejercicio o movimiento. Resisten cuando su presión tiene por objeto oponerse a un desplazamiento lateral, por ejemplo, el tercio anterior. Ceden cuando la presión disminuye y permite ese desplazamiento. En teoría las dos primeras son activas en grados diferentes y en el tercero son pasivas.
Acción impulsiva de las piernas
Se debe realizar con exactitud para alcanzar el grado de impulsión deseado, para la ejecución del ejercicio elegido. Si la acción fuera insuficiente, la ejecución del ejercicio languidecería y conduciría a acciones contrarias de las riendas que llevarían a «quedarse detrás de la mano». Si la acción fuera excesiva, se producirán desórdenes que habrá que regular con una acción más fuerte de las manos y el caballo luchará por «ganar la mano», se violentará más y más, malgastando sus fuerzas inútilmente. El jinete debe conocer el grado de sensibilidad de su caballo hacia la acción impulsiva de las piernas. Es fácil comprender esta sensibilidad. Una acción de piernas simultánea debe tener el efecto de producir un deseo de ir hacia adelante al caballo si este está parado, y si estuviera en movimiento la acción indicaría un aumento de impulsión. La acción de piernas debe producirse detrás de la cincha, significando los franceses que se ejecuta por una presión de muslos y pantorrillas ejerciéndose de atrás a adelante. Y suavemente, para no sorprender al caballo, pero si no fuera obedecida esta acción se ejercerá por contactos francos y enérgicos de pantorrilla y talones. Estas acciones varían desde el golpe a la vibración pasando por los batimientos. El golpe de talón arma o de espuela es la forma más rigurosa de empleo de las piernas con fines impulsivos. Las vibraciones de pantorrilla a base de breves contracciones de sus músculos sin desplazamiento visible de la parte baja de la piernas es otra forma normal de empleo de estas. El efecto mínimo se obtiene por apoyos breves y segundos de los pies sobre los estribos sin perder el contacto con estos y sin ninguna clase de desplazamiento de la pierna. Según el ejercicio a ejecutar y el grado de sensibilidad a las piernas de cada caballo, el jinete empleará uno u otro procedimiento, que naturalmente podrán alternarse ya que no son incompatibles. La aplicación más atrás de la cincha podría ser una confirmación de la dirección tomada y un recuerdo que impide a los posteriores cualquier desplazamiento lateral, así como una permanencia de los posteriores debajo de la masa en buena posición adelantada.
Empleo de una pierna aislada
El empleo de una pierna aislada produce diferentes efectos, según su forma y punto de aplicación. En cuanto a su forma puede ser por contactos breves y por presión. Por contactos breves produce un aumento de las impulsiones en el posterior del mismo lado de la acción. Por presión produce efectos distintos, según el punto de aplicación: en su emplazamiento ordinario obtiene una incurvación del cuerpo del caballo que cede a su acción alejando hacia un lado opuesto la parte presionada y provocando así un acercamiento entre los extremos del bípedo diagonal del lado de la pierna. Empleada más atrás, la presión de una sola pierna provoca el desplazamiento de las caderas y de la masa hacia el lado contrario, siempre que la mano no se oponga a ello, y mejor todavía si contribuye a este desplazamiento. La fuerza de la presión varía con el efecto que se trata de lograr y con la ligereza del caballo a las piernas. Cuando el caballo todavía no conoce bien el empleo de una pierna aislada, en ocasiones, se dice que «se acuesta sobre ella», tratando de librarse de algo que no comprende y le es más fácil «acostarse» que obedecer. Pero para llegar a emplear una pierna aislada habrá que haber empleado las dos y haber comprendido su significado. La acción de la pierna aislada debe hacerse detrás de la cincha sin exagerar el retraso de la pierna, en posición casi perpendicular al flanco del caballo y progresivamente para no sorprender y producir alteraciones. La acción se puede repetir mediante pequeños contactos –golpes de pantorrilla si el caballo se resiste– y debe cesar desde el momento en que el caballo obedece. A continuación de la pantorrilla, y para aumentar la acción, está el talón armado de espuela, que lo que hace es dar más fuerza a la acción de la pierna, con lo que se consigue más rapidez en la respuesta.
martes, 2 de enero de 2024
Piruetas al galope .
miércoles, 13 de diciembre de 2023
¿Qué es la incurvación?
Cuando doy clases de equitación, pongo mucho interés en que mis alumnos se esfuercen al montar en conseguir rectitud y a veces rectitud e incurvación parecen conceptos diferentes pero uno no se consigue sin el otro.
La incurvación la aprende el caballo cuando le enseñamos a hacer un círculo, primero al paso, luego al trote, luego en transiciones paso, trote, paso y finalmente al galope.El cuerpo del caballo se arquea ligeramente al rededor de la pierna interior del jinete, la grupa y el cuello del caballo se vienen al interior, pero las costillas del lado exterior se abren en esa dirección, si viéramos al caballo desde arriba, su cuerpo nos recordará la figura de la media luna y comprobaremos que su cuerpo se adapta a la trayectoria del círculo que estamos montando.
En un caballo correctamente incurvado, podemos ver que sus pies van en la línea de sus anteriores, entonces la distribución de sus fuerzas es pareja en ambos lados del caballo.
Cuando el caballo es colocado de esta forma, tiene mejor equilibrio por el motivo que les explique antes, decimos entonces que va recto.
Cuando montamos los ángulos de la pista, incurvamos al caballo al interior, tal y como lo hacemos en los círculos ( ayudas: pierna interior en la cincha, pierna exterior detrás pero pasiva y las riendas flexionan el cuello ligeramente al interior) pero cuando vamos por el lado largo de la pista y el corto, llevamos una incurvación muy sutil, debemos repartir el contacto y vigilar que la pierna exterior no meta en exceso la grupa.
Cuando paramos al caballo para el saludo, los pasos atrás o para comprobar su obediencia, llevaremos al caballo en una sola pista, es decir, sin incurvación.
De esta manera distribuiremos mejor la ayuda para la parada con ambas piernas y riendas del jinete.
En los círculos la incurvación será más notable, nuestro isquión interior irá un poco más adelante para soportar más peso del asiento. El caballo se incuvará sobre esa pierna que se convertirá en un eje impulsor.
Las ayudas serán momentáneas, cesarán cuando el caballo responda.
Si el caballo quiere cerrar el círculo para terminar antes, la pierna interior lo activará y abriremos el círculo pensando en las ayudas de la cesión a la pierna.
De esta forma el caballo no vaciará la rienda interior, busquemos un contacto uniforme en ambas riendas y el caballo no se escapará de las ayudas.
A la mano que el caballo se incurve con más facilidad, lo llevaremos más recto porque el objetivo es tener un contacto parecido en ambas riendas y a ambos lados del caballo.
Yo recomiendo evitar la incurvación en la parada, la media parada y los pasos atrás.
Podemos hacer figuras en contra incurvación: vamos incurvados al interior, pasamos a una pista y luego al exterior, pasamos a una pista y otra vez al interior. Este ejercicio mejora el empleo de los posteriores y enseña la rectitud.
Un caballo con dificultades para incurvarse no tiene equilibrio y marchará rígido, un caballo incurvado en exceso, pesará mucho sobre su tercio anterior y no se empleará adecuadamente.
Si tenemos dificultades para incurvar al caballo, pongamos atención en las riendas, quizás utilizamos mucho la rienda interior, o la rienda exterior tiene poco contacto.
Una rienda exterior con un contacto adecuado, activando con la pierna interior, despierta el posterior interior y libera la espalda del mismo lado, de esta forma el caballo activa sus posteriores y se vuelve a equilibrar.
Recordar, el caballo se debe llevar sólo, no nos debe pesar en la mano, ni debemos llevarlo por detrás de la vertical.