jueves, 4 de julio de 2024

Trabajo fuera de pista.


Amig@s del caballo! Todos sabemos que el trabajo del caballo se complementa con paseos por el campo, incluso se puede trabajar al caballo fuera de la pista, independientemente de la disciplina que practiquemos, los consejos de este post son para potros destinados al salto. Los caballos jóvenes que obedezcan sin resistencias,  se les irá poco a poco, mejorando  su musculatura mediante ejercicios  en el exterior por el campo. Se les ejercitará gradualmente en subidas  de  pendientes que se encuentren por el campo, a medida que las fuerzas se vayan desarrollando,  subiendo  pendientes  ligeras,  calibrando  la  longitud de  ellas  con respecto a la velocidad  del aire que se  lleve. Si la pendiente es  corta y fuerte se subirá al galope procurando siempre llevar la mano hacia adelante,  fijando  el  cuerpo  para  ayudar  el  centro  de  gravedad,  haciendo  que vaya hacia  adelante y nunca hacia atrás ya que pesaría demasiado  sobre riñones y miembros posteriores, lo que podría ocasionar sobreesfuerzos innecesarios para los que el caballo no estuviera preparado. Del mismo modo que fortalecemos la musculatura y pulmón corazón del caballo  o  potro  subiendo,  podemos  fortalecer  el  equilibrio natural, bajando pendientes, también  poco a poco, sin forzar y  por la línea de máxima pendiente, en línea recta, sin  que se  desvíen  lateralmente, con  el peligro inminente de una caída o por atravesarse en la pendiente. Todos estos ejercicios se tienen que controlar por el jinete inteligentemente y sin  forzar, pues  no  nos  cansaremos  de  repetir que cualquier ejercicio será mejor si se queda corto en su intensidad, que si se pasa, pudiendo perjudicar tanto el físico como el psique. El caballo es animal muy sensible a los forzamientos de trabajo, pues repetimos que su gran memoria almacena los trabajos excesivos, produciéndole  miedos  y  malos  recuerdos  que  aflorarán  en  los  momentos  menos esperados, sin tener en cuenta la posibilidad de una lesión muscular o de tendones o articulaciones o vainas, etc. que se pueden manifestar claramente  o  llevar  ocultas  hasta  que por  un  aumento  de  esa  lesión,  se manifieste  y  no  sepamos  a  qué  es  debida.  Esto  es  común  en  jinetes  despreocupados,  que no  tienen un método  cotidiano  y creen que los  caballos son animales o bestias a las que hay que exprimir hasta el agotamiento. En los ejercicios por el campo, hemos mencionado  las subidas y bajadas dependientes y también diremos  que es muy conveniente el comenzar por pasar pequeños obstáculos, fosos, zanjas, arroyos, setos, matojos, etc. que hagan el trabajo sencillo  y agradable y sirva  para infundir ánimo  al caballo que su futuro es saltar lo que el jinete le ponga por delante, pero no se debe forzar a los caballos a que salten alturas grandes sin estar preparados, los grandes obstáculos vendrán «de la mano».

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