En nuestro centro ecuestre contamos con jinetes experimentados compitiendo con buenos resultados.
Entrenamos a nuestros caballos en adiestramiento siguiendo las técnicas más adecuadas basadas en las enseñanzas clásicas de los maestros europeos:
La primera regla del buen jinete es mantener siempre la calma, sin
ella el caballo no será capaz de entender nuestras ayudas y nosotros no
seremos capaces de transmitirlas.
Un caballo no esta tranquilo
cuando estímulos externos lo pueden alterar, un trabajo insuficiente
unido a la falta de actividad y la sobre alimentación producen un
caballo nervioso.
La segunda regla es la impulsión, la tendencia
hacia delante es el alma de la equitación. Cuando esta presente, el
caballo bien guiado por su jinete convierte la impulsión en un
movimiento lleno de energía, soltura y fluidez sin precipitación, esta
es la base sobre la cual se construye un trabajo bien hecho. Cuando
hablo de precipitación quiero decir que el caballo lleva un ritmo
demasiado rápido, desequilibrado sobre el tercio anterior corriendo por
tensión o miedo.
La tercera regla es la rectitud, cuando un
caballo va derecho cada pie sigue el mismo camino de la mano
correspondiente, la columna vertebral y el cuello del caballo deben
incurvarse con exactitud a la trayectoria curva de la figura ejecutada.
La rectitud se consigue con ayudas correctas que el caballo aceptara con
igual contacto a ambos lados, en estado de sostenimiento y en
equilibrio dinamico en el que tanto los pares de piernas laterales como
las diagonales soporten identica carga en todos los ejercicios, en una o
en dos pistas.
Si seguimos estas reglas de la correcta
equitación conseguiremos cumplir con los objetivos del caballo de doma,
estos son: Ritmo, Relajación, Contacto, Rectitud, Impulsión, Reunión.
Nuestros consejos: la transmisión desde los cuartos traseros viene desde
atrás a través del dorso del caballo, trabajar bien el dorso del
caballo, muscularlo bien antes de enseñarle trabajos más abanzados y
cuidar bien el contacto con la boca, este debe ser siempre ligero y
constante.