Muchos jinetes, cuando preparan una nueva prueba, estudian los movimientos con diligencia pero a veces no tienen en cuenta sí el caballo ejecuta correctamente esos ejercicios, sobre todo desde la perspectiva del juez. Los jueces puntúan vasándose en estas cuestiones:
¿Se monta el caballo hacia el contacto? ¿Mantiene el ritmo y la regularidad en todos los aires? ¿Muestra un grado de flexibilidad apropiado para su nivel? ¿El jinete mantiene un ritmo que facilita el equilibrio? Incluso para puntúar un simple círculo, las directrices son explícitas: incurvación constante alrededor de la pierna interior, colocación y control sobre el tamaño del círculo, buen contacto y la calidad del aire ejecutado. Los jueces tienen en consideración estos detalles importantes. Se necesita concentración y preparación, así como conciencia mental y física de cómo responde el caballo a nuestras ayudas. Tenemos que aprender a sacar el máximo provecho de la pista: ¡las esquinas y los círculos no tienen que ser un problema! Hay que aprender a activar el motor del caballo en estas líneas curvas y envíarlo al contacto. Siempre debemos mantener la impulsión y la conexión, incluso cuando se necesita doblar para una próxima esquina, círculo o movimiento lateral. Las letras de la pista, la distancia entre ellas y los puntos precisos para ejecutar las figuras deben ser comprendidos por el jinete para entrenar correctamente a su caballo. Montar con precisión ayudará a enseñar la aceptación de las ayudas y el contacto. Sin eso no podemos mejorar. Entonces, cuando practiquen su prueba, hagan algo más que repetir figuras, intenten entender las exigencias de la prueba y montarlas con facilidad y precisión antes de presentarse a un concurso.
